FORT/STER
Mediátiko del año: Andrea del Boca
Y el premio Fort/ster al Mediátiko del año es… más bien el premio a la mediátika del año. La terna es toda femenina, salvo por Gastón Pauls, que de todas maneras tiene un porcentaje alto de sensibilidad femenina. Lo cierto es que Andrea del Boca, a pura lágrima, se llevó a casi un tercio del electorado niapalero. Uno podría pensar que su llanto aburre de tanta solemnidad, como cuando visitó a los oficialistas de baja intensidad Wainraich y Schultz en TVR, pero no. Como en las telenovelas donde siempre se sale con la suya, se quedó con la estatuilla. Para eso, le pasó el trapo nada menos que a Anabel “la galleguita” Cherubito y a Esther “Eva Perón” Goris, que anduvieron muy reñidas en el segundo lugar, con casi un cuarto de los votos cada una. Anabel es sin duda la mediática sorpresa, junto tal vez a un injustamente excluido: Camilo García, que es lo más parecido a un mediático (para hacerle justicia a los ternados, convengamos que ninguno es verdaderamente un “mediático”, sino actores hechos y derechos. Aguante la ficción!).
Párrafo aparte para el acento de la Cherubito. Pasando por alto lo bonita que es y que es actriz, que sea hija de exiliados le suma muchos puntos en un ranking que comparte la máxima aquella de tantos polvos que se dejan pasar por ideología. Ahora, si encima habla con esa cadencia de eses sibilantes y zetas mordidas, no hay militante (hombre heterosexual, y mujer homosexual seguramente) que tolere un discurso sin derretirse en la silla. Que tanta película porno doblada al noble castizo hace mella en las proto fantasías, ¡joder tío! Es, posiblemente, lo que le permitió sacarle una ínfima luz de ventaja (apenas diez votitos en 1.660) a Esther Goris. La actriz que personificara con cuerpo y alma a la Evita de Desanzo/Feinman, viene hace un tiempo poniéndole el cuerpo al kirchnerismo en actos varios. Y aunque esas transfusiones de identidad peronista son tan dudosas como la cordura de Alberto Rodríguez Saa, la reacción de la militancia a la Goris es siempre muy afectuosa.
Con el 15% llegó la gran Carla Conte. Con dos argumentos de peso para la compulsa, estamos seguros de que si se hubiera mostrado un poquitito más montonera en sus intervenciones, arrasaba. Pero no alcanza con ser morocha nomás. Quizá en el rubro de diosas kirchneristas, de haber existido, le habría ido mucho mejor, y con menos esfuerzo. El último lugar, dicho está, con menos del diez por ciento de los votos, fue para el único varoncito, Gastón Pauls, el actor y audaz productor. Presente en actos importantes del kirchnerismo, sin sobreactuaciones, Gastón bien podría haber estado más arriba en el ranking. Quedó colero porque, ya se dijo, compitió con mujeres que se las traen en eso de llamar la atención. Contra las lágrimas de mujer, los acentos encantadores, las identificaciones directas al movimiento y los encantos naturales, es poco lo que un hombre, con mucho o poco lado femenino expuesto, puede hacer. Y menos si nos llegan envueltos en el glamour de una pantalla de televisión.
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